Los síntomas de la tensión arterial baja: qué son, causas, tratamiento ¡y mucho más!

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Jennifer Sherman

Consideraciones generales sobre los síntomas de la tensión arterial baja

La tensión arterial baja puede definirse como una cantidad insuficiente de sangre que fluye del corazón a los demás órganos. Se considera baja cuando sus valores son inferiores o iguales a 90 x 60 mmHg. En algunos casos, esta afección no presenta síntomas.

Sin embargo, cuando las caídas son repentinas, pueden aparecer síntomas como mareos, debilidad muscular, desmayos y dolores de cabeza.

A lo largo del artículo se comentarán más detalles sobre los riesgos, síntomas y principales causas de la tensión arterial baja. Si quieres saber más sobre ella, sigue leyendo.

Tensión arterial baja, síntomas y riesgos

También conocida como hipotensión, la presión arterial baja puede causar desmayos y no se considera una enfermedad en sí misma. Sin embargo, puede tener una relación directa con condiciones de salud graves, por lo que es importante entender sus principales síntomas, sus riesgos y los momentos en los que debe recibir atención especial. Vea más sobre estos y otros aspectos de esta condición a continuación!

Qué es la tensión arterial baja o hipotensión

La tensión arterial baja se produce cuando la cantidad de sangre que fluye del corazón a los demás órganos del cuerpo es insuficiente. Para que se considere baja, debe ser igual o inferior a 90 x 60 mmHg, lo que equivale a 9 x 6 en el lenguaje más popular.

Se puede afirmar que la hipotensión no se puede considerar un problema de salud. Algunas personas pasan toda su vida conviviendo con ella sin manifestar ningún síntoma. Sin embargo, debido a su asociación con enfermedades graves, como la embolia pulmonar, la tensión arterial baja debe examinarse con detenimiento.

¿Cuáles son los síntomas de la tensión arterial baja?

Los síntomas de la tensión arterial baja son muy diversos. Es habitual que las personas se sientan cansadas y tengan dificultades para concentrarse. También pueden experimentar mareos, falta de energía y debilidad muscular, lo que genera la sensación de desmayo que suele asociarse a esta afección.

Además, es frecuente que las personas con tensión arterial baja presenten una somnolencia exagerada. Otro síntoma que puede manifestarse es la visión borrosa o nublada. En la mayoría de los casos, los síntomas aparecen simultáneamente y requieren algunos cuidados para aliviarlos.

Los riesgos de la tensión arterial baja

Aunque la tensión arterial baja es menos preocupante que la alta, existen algunos riesgos asociados a esta afección. Cuando la afección se vuelve recurrente, significa que está asociada a otros problemas, que van desde las carencias vitamínicas hasta la deshidratación.

En el caso de las vitaminas, la B12 y el ácido fólico son las principales vinculadas a la presión, ya que ambas son responsables de la formación de glóbulos rojos, por lo que su carencia puede provocar anemia y bajadas de presión. Por ello, cuando síntomas como la debilidad se vuelven recurrentes y quienes presentan hipotensión, es necesario analizar con mayor detenimiento la afección.

Los riesgos de la tensión baja durante el embarazo

El principal riesgo de una tensión arterial baja durante el embarazo son los desmayos, que pueden provocar caídas y, en casos más graves, lesiones traumáticas. Además, esta posibilidad entraña riesgos para la vida del bebé, por lo que hay que prestarle atención.

Estos episodios de bajada de tensión pueden ser frecuentes al principio del embarazo, pero una vez que el organismo se adapta y el volumen sanguíneo se normaliza, la tensión tiende a volver a ser la que era antes, por lo que hay que redoblar la atención en los primeros meses y evitar salir sin compañía.

¿Es peligrosa la tensión arterial baja?

La tensión arterial baja en sí misma no es peligrosa. Algunas personas pueden pasar toda su vida con esta afección sin mostrar nunca síntomas, por lo que sólo se convierte en motivo de preocupación cuando las caídas se hacen más frecuentes, ya que este escenario pone de manifiesto otras afecciones de salud.

Por lo tanto, para evitar situaciones de bajada de tensión, procura no ayunar durante largos periodos. Tampoco permanezcas en lugares cargados durante mucho tiempo. Otro punto que conviene reforzar es la necesidad de prestar atención a la alimentación.

A quién prestar atención

Aunque la presión arterial baja no es peligrosa en sí misma, hay algunos grupos de personas que deben prestar atención a esta enfermedad, como las mujeres embarazadas, por lo que, para evitar esta situación, también hay que prestar atención a las cantidades de ácido fólico ingeridas.

Es muy común que esta vitamina necesite suplementación durante el embarazo, ya que las cantidades necesarias para el desarrollo del feto son muy superiores a las que normalmente necesita una mujer adulta, por lo que es necesario consultar a un médico para determinar estos valores.

Diferencias entre hipotensión e hipertensión

Mientras que la hipotensión se caracteriza por valores bajos de presión arterial y no puede considerarse una enfermedad en sí misma, la hipertensión hace lo contrario. Así, se produce un aumento de estas cifras, que tienen que estar por encima de 140 x 90 mmHg. Se trata de una enfermedad silenciosa que no provoca síntomas, pero que puede causar alteraciones en el organismo.

El tratamiento de la hipertensión incluye cambios en la dieta, principalmente la reducción de las cantidades de sal ingeridas. Sin embargo, también puede ser necesario tomar medicamentos específicos para el tratamiento de la enfermedad.

Las causas más frecuentes de la tensión arterial baja

Para poder identificar los casos de presión arterial baja, es necesario conocer bien sus síntomas, que pueden ir desde la deshidratación hasta la presencia de infecciones en el organismo. Así, estas cuestiones serán detalladas a lo largo del siguiente apartado del artículo. Si quieres saber más al respecto, sólo tienes que seguir leyendo para informarte.

Deshidratación

Cuando el cuerpo pierde más agua de la que recibe, aparece la deshidratación. Esto ocurre porque los vasos sanguíneos tienen menos sangre en su interior y, por tanto, baja la presión, por lo que pueden aparecer síntomas como desmayos, cansancio y debilidad.

Cabe señalar que la deshidratación es más frecuente en las personas mayores y en los niños. Se produce durante el verano, pero también puede aparecer en personas que toman medicamentos diuréticos.

Para lograr la rehidratación y sortear este problema, se recomienda tomar el suero casero. Sin embargo, en casos más graves, es necesario acudir al hospital para recibir suero directamente en vena.

Deficiencia de vitamina B12

La carencia de vitamina B12 puede ser una de las causas de la hipertensión arterial. Esto ocurre porque este compuesto, al igual que otras vitaminas del grupo B, está directamente relacionado con la producción de glóbulos rojos. Por lo tanto, cuando falta, pueden producirse bajadas de presión. Además, la falta de estas células puede generar enfermedades como la anemia.

Existen algunos síntomas que pueden identificar esta enfermedad y, en consecuencia, la hipotensión causada por la falta de vitamina B12. Entre ellos se encuentran la palidez, el hormigueo en las extremidades, la rigidez en brazos y piernas y la pérdida de sensibilidad al tacto.

Medicamentos

Algunos tipos de medicamentos, sobre todo los de uso prolongado, pueden causar hipotensión, como los diuréticos, los medicamentos para problemas cardiacos, los medicamentos para la hipertensión, los antidepresivos y los medicamentos para la disfunción eréctil.

Si una persona que utiliza regularmente estos medicamentos nota una reaparición de la tensión arterial baja, lo mejor que puede hacer es consultar al médico que se los recetó para que los evalúe, ya que podrá determinar un cambio o incluso realizar ajustes de la dosis.

Cambios hormonales y hemorragias

Cuando las hormonas producidas por la tiroides sufren algún tipo de alteración, los vasos sanguíneos pueden dilatarse, lo que acaba provocando episodios de bajada de tensión. Otra cuestión que interfiere con las hormonas y puede generar estas afecciones es el embarazo.

Además, cabe destacar que las hemorragias internas, al dejar los vasos sanguíneos con menos sangre, acaban provocando este tipo de situaciones. En este caso, los síntomas más frecuentes son dolores de cabeza, mareos, debilidad y dificultad para respirar.

Así pues, en caso de sospecha de hemorragia interna, lo mejor es acudir a un hospital para poder identificar el lugar de la hemorragia y tratarlo adecuadamente.

Infecciones

Las infecciones graves pueden provocar bajadas de tensión, aunque es poco frecuente. Cuando esto ocurre, las bacterias se propagan por el organismo y liberan una serie de toxinas que comprometen los vasos sanguíneos, por lo que la tensión sufre una bajada.

Cualquier persona que note una infección en una determinada región del cuerpo debe acudir al médico, sobre todo si nota una bajada de tensión tras la infección. De lo contrario, pueden aparecer síntomas como desmayos, debilidad y mareos. El tratamiento en este caso se realiza con antibióticos directamente en la vena.

Qué hacer cuando la presión es baja

Existen algunas precauciones que pueden ayudar en casos de bajada de tensión, como evitar las aglomeraciones y los lugares cerrados. Además, beber agua y algunos alimentos también ayudan a normalizar la tensión arterial. A continuación, se comentarán éstas y otras precauciones para mejorar las caídas. Siga leyendo para saber más.

Beber agua

Según un estudio realizado por el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), el agua puede aumentar la tensión arterial y ayudar a controlar la actividad de los vasos sanguíneos.

Además, beber agua ayuda a reducir las molestias causadas por una bajada de tensión, especialmente en situaciones de desmayo, lo que está relacionado con su capacidad para aumentar la energía y la actividad del sistema nervioso.

Salir de las aglomeraciones y los lugares cerrados

Las caídas de presión pueden producirse siempre que un individuo se encuentre en medio de una multitud, especialmente en lugares cerrados. Dependiendo del clima, esto puede agravarse, ya que el calor favorece la aparición de síntomas como debilidad y desmayos.

Por lo tanto, la mejor manera de evitar las caídas de presión que se producen en estos contextos es abandonar el espacio cerrado y lleno de gente. Hay que buscar una zona abierta y libre de gente en la que sea posible respirar y calmar el cuerpo, lo que ayudará a restablecer la presión normal.

Sube las piernas

La posición del cuerpo es algo que ayuda mucho a restablecer la presión, por lo que es recomendable poner las piernas en alto para mejorar la sensación provocada por estos episodios. Pon los pies más altos que el corazón y la cabeza para tener los resultados indicados.

Además, hay otras posturas recomendadas para quienes no se sientan cómodos de esta manera, como sentarse con la cabeza entre las piernas. En ambos casos, se recomienda acudir a un lugar fresco y ventilado.

Diagnóstico y tratamiento de la hipotensión arterial

Diagnosticar la tensión arterial baja puede no ser muy sencillo y, dado que no se trata de una enfermedad en sí misma, tratarla puede ser bastante complejo. Sin embargo, cuando su aparición se asocia a otros factores, es necesario analizarlos en detalle. A continuación se comentarán más detalles al respecto.

Investigar la interacción con otros medicamentos

La interacción entre algunos medicamentos, especialmente los que se toman durante periodos prolongados, puede provocar caídas de presión, por lo que los pacientes que toman antidepresivos, diuréticos, medicamentos para el corazón, entre otros, deben consultar a un médico si los episodios de caídas se vuelven frecuentes.

Durante esta consulta será posible que el profesional ajuste la dosis o incluso indique otro medicamento si un cambio es el camino más viable. Sin embargo, vale la pena reforzar que este tipo de evaluación no puede ni debe ser hecha por uno mismo.

Observar la duración de los síntomas

Los dolores de cabeza, los desmayos y los mareos pueden ser habituales. Además, pueden estar condicionados por factores ambientales como el clima. Por lo tanto, para que se asocien a la tensión arterial baja es necesario observar la duración y el momento de aparición.

Si los síntomas son persistentes y no se trata sólo de episodios aislados, es necesario investigar más a fondo las causas para asegurarse de que la tensión baja no está asociada a ningún tipo de enfermedad más grave. Por lo tanto, procure prestar atención a estas cuestiones y acuda al médico en caso de que los síntomas persistan.

Cuándo buscar ayuda profesional

La consulta médica está indicada siempre que la tensión arterial sea inferior a 40 mmHg o cuando las caídas vayan siempre acompañadas de los siguientes síntomas:

- Sed excesiva;

- Dificultad de concentración;

- Fatiga excesiva;

- Tirantez y palidez de la piel;

- Desmayo;

- Mareos;

- Cinetosis;

- Visión borrosa.

Todos estos aspectos pueden estar asociados a condiciones más graves que requieren atención especial. Durante la consulta se realizará un examen para evaluar las condiciones y hacer el diagnóstico de hipotensión, pudiendo ser necesaria la monitorización para llegar a conclusiones definitivas.

El diagnóstico

El diagnóstico de la presión arterial baja se realiza mediante exámenes clínicos, especialmente para descartar su asociación con enfermedades más graves. Así, durante estos exámenes se recogen los antecedentes del paciente y algunos datos relevantes para el trabajo del médico.

Además, se necesitan pruebas de laboratorio para dar una base científica al diagnóstico. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA). Todo depende de las particularidades del cuadro que presente el paciente.

El tratamiento

Dado que la hipotensión no es necesariamente una afección sanitaria, su tratamiento viene determinado por las características que presente cada persona. Además, está directamente relacionado con la gravedad y las causas de los principales síntomas. Cabe mencionar que las personas cuya tensión arterial es baja pero que no presentan síntomas no necesitan tratamiento.

Por otro lado, si la hipotensión viene determinada por una enfermedad subyacente, el tratamiento se dirige a revertirla, con lo que se pretende corregir el trastorno causante del cuadro. En los casos de caídas súbitas, las medidas indicadas anteriormente son eficaces para su control.

Prevención

Se pueden aplicar algunos consejos sencillos para evitar las bajadas bruscas de tensión y también la aparición de episodios de hipotensión en general. El primero de ellos es tener cuidado al levantarse, evitando hacerlo rápidamente. Primero, siéntese en la cama y deje que su cuerpo se acostumbre a esta posición antes de levantarse.

Además, procure beber mucho líquido para evitar la deshidratación, ya que ésta es una de las principales causas de la tensión arterial baja. Por último, tenga en cuenta los medicamentos que toma y sus posibles efectos secundarios.

Ayudar a alguien que tiene la tensión baja

El primer paso para ayudar a una persona que sufre una bajada de tensión es tumbarse en un lugar fresco y ventilado, lo que le permitirá respirar y le ayudará a restablecer la tensión. Además, también está indicado aflojarse la ropa, sobre todo en el caso de las camisas atadas al cuello.

Otro consejo importante es cómo colocar el cuerpo de la persona, ya que las piernas deben situarse por encima del corazón y la cabeza. Por último, intente ofrecer líquidos, especialmente agua y bebidas isotónicas, para ayudar a estabilizar y normalizar la tensión arterial.

Si detecta síntomas de tensión arterial baja, no dude en buscar ayuda profesional.

La tensión arterial baja no puede considerarse una afección de salud en sí misma. Esto se debe a que muchas personas pueden vivir con ella toda la vida sin mostrar síntomas, estando completamente sanas. Sin embargo, una vez que los síntomas aparecen y persisten, es necesario investigarla.

Por lo general, los episodios frecuentes de bajada de tensión se asocian a otras afecciones de salud o a sucesos más ocasionales, como la deshidratación. Además, también pueden estar relacionados con la medicación que toma una persona determinada de forma prolongada.

Por lo tanto, aunque no es algo extremadamente preocupante, la tensión arterial baja debe examinarse con atención porque puede ser un indicio de algo más grave. Así pues, acuda al médico en cuanto los síntomas empiecen a aparecer con frecuencia.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.